Mama tuberosa

Mama tuberosa

Liberación e implantes

La mama tuberosa o tubular se trata de una malformación que se produce durante la fase de desarrollo durante la pubertad. Los pechos tuberosos suelen presentar una rigidez excesiva en el tejido de la mama, que impide que la glándula mamaria se expanda con normalidad.

En la Clínica Murillo buscamos siempre el mejor resultado, analizando tu caso particular con el fin de obtener el mejor resultado en una operación de mamas tuberosas, con una gran experiencia en este campo.

¿Qué son las mamas tuberosas o pechos tubulares?

Una mama tuberosa o pecho tubular es una deformación de uno o ambos pechos, que normalmente adquieren una forma tubular (o en forma de «cono»). Comienza a manifestarse en la pubertad, durante la época de desarrollo.

Muchas pacientes desconocen que tienen un pecho tuberoso, y simplemente refieren que tienen unas «mamas pequeñas y con forma rara».

¿Cómo sé si tengo mama tuberosa?

El pecho tuberoso es un diagnóstico clínico. Las características de forma del pecho tuberoso son las siguientes:

Surco submamario alto: Quizá la característica más común a todos los pechos tuberosos. Esto lo puedes comprobar fácilmente, ya que la mayoría de pacientes con un surco alto, se colocan instintivamente el aro del sujetador unos centímetros por debajo de donde comienza el pecho realmente. De alguna manera, es como que el pecho no se ha expandido inferiormente y comienza más arriba de lo normal.

Polo inferior corto y recto: El polo inferior es la zona que se extiende desde el pezón hasta el surco submamario. Es decir, es la parte inferior del pecho, todo lo que queda por debajo del pezón hasta el pliegue mamario. Esta característica primordial de las mamas tuberosas es realmente una consecuencia del punto anterior. El hecho de tener un surco alto, determina que el polo inferior sea corto en longitud, produciendo una forma poco natural. Además, esa región inferior (polo inferior) se ve muy recta. Normalmente, el pecho, visto de perfil no es igual en el polo superior y en el polo inferior. El polo inferior debería ser más redondo, generando una ligera curva. En el caso del pecho tuberoso, esa zona es recta, lo que contribuye a su aspecto de «cono”

Areola con tendencia a la herniación: En muchos pechos tuberosos las areolas no son normales y se evidencian más grandes de lo normal o como «salidas hacia afuera». Este efecto es muy típico sobre todo cuando están relajadas, mejorando su forma y aplanándose cuando hace frío. No todos los pechos tuberosos tienen herniación areolar,

Pecho compacto y con forma piramidal: En general, el pecho tuberoso tiene una glándula mamaria densa, que adquiere una forma triangular o piramidal. No es un pecho suave al tacto, sino que la glándula que se encuentra detrás del pezón es más bien dura y con una forma estable.

Tamaño pequeño en relación con el resto del cuerpo: La mayor parte de pechos tuberosos o tubulares son pequeños en comparación el resto de medidas corporales. Esto se debe a que la glándula no se ha desarrollado adecuadamente.

Cómo se corrige un pecho tuberoso

La corrección de la mama tuberosa es necesariamente mediante cirugía. Con una operación seremos capaces de mejorar el aspecto del pecho, su forma y naturalidad además del tamaño.

La mayor parte de correcciones de pecho tuberoso pasan por realizar lo siguientes pasos:

Bajar el surco a su posición normal: El surco submamario debe ser re posicionado en su lugar correcto. Para ello colocaremos la futura prótesis en un lugar inferior respecto al que empieza el pecho y se «creará» un nuevo surco más bajo.

Alargar el polo inferior: Al crear un surco más bajo, la distancia entre el pezón y el surco aumenta, por lo que el polo inferior (la parte de abajo del pecho) tendrá más longitud. Este paso es fundamental, ya que de no lograr un polo inferior lo suficientemente largo el resultado nunca será natural.

Corregir las areolas con tendencia a la herniación: En las pacientes en las que las areolas sean muy grandes o tengan tendencia a «salirse hacia afuera» se realiza una mejora, retirando piel alrededor de la areola para hacerla más pequeña y aplanarla.
Tratar la glándula que se encuentra detrás del pezón: Recordemos que la glándula tiene una forma incorrecta. Si sólo colocamos un implante detrás de ella, el pecho seguirá teniendo forma cónica, aunque hayamos mejorado la longitud del polo inferior y la areola. Por eso, en la mayor parte de pechos tuberosos hay que tratar la glándula. Esto pasa por realizar cortes en la glándula o incluso extirpar una parte de la misma, con el fin de que se expanda normalmente y se adapta al nuevo implante.
Colocar una prótesis para aumentar el tamaño y mejorar la forma: En casi todo los casos de pecho tuberoso se debe colocar un implante, con el fin de añadir el volumen que le falta al pecho, además de para darle forma, obligando a la glándula a que se «adapte» a la forma del implante.

Lipofilling: En algunos casos también es necesario el uso de grasa, para mejorar y proteger la cobertura del implante, principalmente en la parte inferior y medial de la mama.

¿Qué cicatrices tendré después de una operación de mamas tuberosas?

Cada caso de mama tuberosa es diferente, pero la mayor parte de las pacientes tendrán una cicatriz alrededor de la areola (cicatriz periareolar). Esto es así porque se usa un acceso por la areola para tratar la glándula y mejorar el tamaño y forma de la misma. Esta cicatriz suele quedar muy bien en la mayor parte de los casos ya que queda escondida en el cambio de color entre la areola y la piel. En algunos casos más infrecuentes la corrección se puede realizar únicamente mediante una pequeña cicatriz en el surco o en pechos muy tuberosos y caídos (ptosicos) mediante una cicatriz periareolar y en T invertida.

Recuperación y postoperatorio de la operación de mama tuberosa

Tras la operación, se evalúa el estado del pecho, lo habitual es que la paciente reciba el alta 24 horas después de la intervención. La mayor parte de las intervenciones de pecho tubular o tuberoso se realizan con anestesia general. Se recomienda llevar un sujetador especial y también una banda torácica.

Es frecuente que se produzcan dolores o molestias generalmente leves. Pocos días después de la operación se lleva a cabo una nueva evaluación para comprobar la evolución del pecho. En la mayor parte de casos, se puede retomar una actividad laboral que no requiera esfuerzo físico intenso a los 7-10 días.

En las primeras semanas, la forma y tamaño de los implantes no será el definitivo. Poco a poco el implante irá distendiendo la piel y el resultado se irá haciendo más natural y proporcionado. Esto se produce de manera más llamativa en los pechos tuberosos que en los normales, ya que no hay que olvidar que el pecho tuberoso se basa en un déficit de tejidos en el polo inferior. En ocasiones hay que esperar hasta un año para ver el resultado completamente definitivo.

Consúltanos por tu caso concreto y un especialista te ofrecerá atención personalizada en nuestras clínicas, donde llevamos a cabo operaciones de mama tuberosa en Vigo y Pontevedra.

Aviso tratamientos

Estimado paciente:
Esta información, no es más que una simple orientación sobre las distintas intervenciones y tratamientos médicos, realizados en el ámbito de la Cirugía Plástica Reparadora y Estética, y en ningún caso sustituyen a la información que podrá darle su cirujano en la consulta.

En caso de duda o información más detallada contáctenos. Tendremos todo el placer en atenderle y explicarle cualquier aspecto relacionado con la intervención o tratamiento en el cual este interesado. un saludo

Dr. Diego Murillo Solís